Venta de Válvulas Hidráulicas Parker, Denison, Vickers y más

Una válvulas Hidráulicas en Línea es un dispositivo mecánico que permite el paso de un fluido en un solo sentido, pero que lo impide en el sentido contrario, es decir, una válvula es el mecanismo encargado de permitir el paso de un fluido pero no le permite regresar. Entre los tipos de válvulas más utilizadas se encuentran las válvulas reguladoras, las cuales permiten variar la productividad de las bombas al manipular la presión desde el mínimo hasta el máximo nivel. Al mismo tiempo, las válvulas reguladoras actúan como mecanismo de seguridad, ya que no permiten que se exceda el nivel de presión que elige la persona que las está operando, con lo que se reduce el riesgo de accidentes.

Por otro lado, la válvula de contrabalance está situada normalmente en la ínea entre una válvula de control direccional y la salida de un cilindro de un hidráulico de impulsión montado verticalmente que soporta un peso o se debe mantener en línea por un periodo de tiempo. Esta válvula sirve como resistencia hidráulica al cilindro de impulsión. Por ejemplo, las válvulas de contrabalance se utilizan en algunas palas elevadoras accionadas hidráulicamente.

Las válvulas denison y parker modulares son valvulas para el control de la presión y el flujo. Existe una gran variedad de tipos de válvulas de control de presión comprende todos los elementos necesarios, desde una válvula de seguridad hasta presostatos, para controlar la presión de un sistema hidráulicos en los niveles deseados.

Las válvulas modulares han sido diseñadas para simplificar los sistemas hidráulicos, eliminar conexiones y ahorro de espacio, tiempo y dinero.

Los sistemas modulares son muy sencillos de montar, se minimizan las posibles fugas, ruidos, vibraciones al no emplear tubería ni mangueras, el mantenimiento de los sistemas modulares es muy sencillo debido al método de instalación.

Existen diversos tipos de válvulas modulares, como las valvulas de alivio que están diseñadas para liberar fluido cuando la presión interna de un sistema está al límite, evitando una explosión o el fallo de un equipo.